Cantante brasilera. Nació ligada al arte. Con su tributo a Amy Whinehouse recorre los escenarios del país y el mundo. Fanática del jazz y soul. No descarta con el tiempo seguir una carrera solista con sus propios temas. Entra a La Cueva: Marilia Camposs…

Naciste en Brasil y llegaste a Argentina. ¿Cómo se dio eso?

Nací en San Pablo. A los 11 años vine por primera vez a Argentina porque mi madre vino a trabajar a Salta, ahí comencé a hablar español. Pero después fui a Buenos Aires, volví a Brasil y viajé por toda Latinoamérica. Ella trabajaba en una revista que se llamaba Mercosur, entonces viajábamos siempre. Todo el tiempo voy y vuelvo. No soy de ningún lugar en realidad, éste año recién me asenté en Argentina más tiempo.

¿Cómo arrancás con la música? ¿Qué se escuchaba en tu casa?

Mi mamá es cantante, artista. Muy conocida en Brasil, en el cine sobre todo. Actuaba a la par de Sonia Braga. Y nací prácticamente detrás de bambalinas, siempre estando en los teatros. Con el tiempo me fue gustando la música. A mi madre no le gustaba la música extranjera en inglés, era una cuestión personal de ella, pero yo escuchaba todo a escondidas (risas)

¿Ella quería que escuches la música de Brasil?

Claro, porque el brasilero es muy nacionalista. A ella le gustaba la música en español también, siempre escuchaba Pimpinela, Julio Iglesias. Pero no en inglés.

¿Y qué te gustaba a vos? ¿Cómo te fuiste acercando al jazz y soul?

Me gustaban Ray Charles, Michael Jackson, Whitney Houston, etc. Con el tiempo empecé a escuchar a Billie Holiday y Ella Fitzgerald, pero más en mi adolescencia. Me encanta el jazz y su esencia que también tiene mucho que ver con la Bossa. Aunque siempre fui un poco reacia con la Bossa.

¿Y en tu adolescencia cómo te llevaste con el resto de la gente en Brasil que no escuchaba lo mismo?

Lo que yo escuchaba no le gustaba a nadie. Iba en contra de mi generación. Se me hacía difícil ir a fiestas o lugares y no conocer la música del momento. Tampoco veía televisión ni me gustaban los medios de comunicación. Entonces estaba lejos de todo eso. Me sentí siempre fuera de lugar (risas)

¿Siempre estuviste relacionada al arte y la música pero pensaste seguir una carrera universitaria alguna vez?

Claro que sí. Quería ser médica. Estudié medicina en San Pablo a los 18 años. Y luego seguí la carrera en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Pero dejé porque sentí que no era lo mio. Entonces arranqué a estudiar música. Primero piano, luego guitarra, canto. Estudié técnica con base lírica y muchas cosas más. Pero nunca dejás de estudiar para perfeccionarte.

¿Tuviste que estudiar inglés para perfeccionarte en tu carrera?

Sí. Al principio arranqué por fonética pero después cuando fue más profesional empecé a estudiar inglés. Mi profesora Inés me ayudó mucho. Hasta el día de hoy sigo estudiando. Y ahora comencé con el italiano porque tengo una propuesta laboral para ir a Italia a cantar.

¿Cómo arranca el tributo a Amy Whinehouse?

No arrancó por fanatismo. Me gustaba mucho y cuando la escuché por primera vez me quedé atónita. Nunca tuve la intención de hacer un tributo. Yo quería cantar, antes cantaba rock, jazz, un poco de todo. El primer tema de Amy que canté fue “You Know I'm No Good”, y así arrancó todo porque la gente me preguntaba de quién era. Y así fui agregando temas de ella en los shows. Se fue dando. Pero no quiero ser una copia ni imitación de Amy. Yo canto sus temas a mi estilo.

¿Y el tema del look? ¿Cómo llegaste a eso?

Al principio me vestía de otra manera. No me lookeaba como Amy. Pero hay gente que no la conoce del todo, entonces pensé que la identifique por algún lado y comencé a vestirme parecida. Yo quiero que me conozcan como Marilia Camposs pero que sepan a quién representa. Darle una impronta al show.

¿En ése momento tenías una banda también?

Éramos amigos, pero de a poco fuimos siendo más profesionales. Yo sabía que esto no podía hacerlo como un hobby así que empecé a armar una banda más profesional. Primero con músicos sesionistas y con el tiempo formamos un equipo de trabajo. Y ahora somos todos amigos. Hay un buen clima de trabajo que es muy importante. 

¿Cómo es un show de Marilia Camposs?

Soy muy versátil. Y me gusta eso en los shows. Me voy adaptando a cada momento del público. Conozco artistas que no salen del repertorio. Y yo voy por el lado que quiere la gente. Ahora estamos tocando el repertorio de Amy Whinehouse, pasar por todos sus discos desde “Frank”, “Back to Black” y “Lioness”. Para que la gente conozca lo que la hizo famosa en Inglaterra. Pasar por todos los temas hasta llegar a los más conocidos.

El público es impaciente a veces sólo quiere escuchar los éxitos

En otra época hacía eso. Arrancaba por los temas más conocidos. Pero ésta vez pasamos por toda la discografía. Y a lo último los éxitos.

¿Pensaste seguir tu carrera como solista con tus propias canciones?

Lo pensé mucho. El tema es que cuando uno hace un tributo es muy difícil salir de eso. Como cuando alguien canta covers. Creo que es una cuestión de tiempo, hay shows dónde voy agregando mis temas y la recepción es muy buena. Compongo en portugués y en inglés. Tengo temas compuestos que no son para mi y voy a dárselos a algún otro artista.

¿No trabajás con discográficas?

Tengo una mala experiencia con las discográficas. Tuve problemas legales que me desilusionaron. La falta de palabra, se adueñan del artista. Yo había firmado un contrato con mi mánager en ése entonces y ellos en algunos temas cambiaron los nombres y la esencia de las canciones. Estoy bastante desconfiada por eso hago todo con producción propia.

¿Cómo te manejás con las plataformas digitales y redes sociales? ¿Es más fácil hoy llegar a la gente?

Tengo Instagram y publico mis temas en Spotify. Voy subiendo todo lo que hago y de a poco hacerlo más profesional. Pero todo lo que hago es independiente. En las redes sociales recibo buenos comentarios. Incluso a veces la gente viene a los shows con discos de Amy para que se los firme. Me encanta eso de que Amy esté en los corazones y siento que yo la represento, pero me da pudor.