15 de junio de 2023

Por Damián Zárate

PH Agustin Dusserre

En un juego matemático, el gigante artista uruguayo está pisando los 70 almanaques (el 12 de noviembre del corriente ´23 llegará a esa cifra) y además cuenta orgulloso que lleva una década sin tomar alcohol. La potencia de los números redondos, pero más las ganas de jugar el gran partido de su vida y convertirse en un resiliente.

En una charla con La Nación, previo al concierto en el Luna Park se refería al tema “Fue muy importante para mí ese cumpleaños –los 60-, no por el número sino porque dejé de tomar. Cumplo 70 en noviembre y cumplo 10 años limpio, lo cual para mí es motivo de orgullo y por eso te lo digo. Quizás motivo de inspiración para alguno que ande por allí para decir que se puede. Mi vida era un caos. No tenía ropa, administrativamente estaba todo mal, adentro de mi casa faltaban muebles. Todo aquello que no tenía que ver con el arte estaba tirado. Además, se me ocurrió refaccionar -al final tuve que rehacer-, una casa en La Floresta, la típica casa de balneario que era precaria para vivir en invierno. Todo eso hizo que directamente trabajara 24/7 a lo largo de estos años”.

Jaime está de vuelta y dio la vuelta olímpica personal y artística en el mítico estadio donde las almas de boxeadores y músicos se fusionan con alquimia y belleza. En el mismo fin de semana donde “La Celeste” se consagró Campeón en el Mundial sub 20. Pidió que alentemos a su Selección, pidió permiso para cantar su himno tributo a los colores de su corazón y contó que alentó por Argentina en la final contra Francia en Qatar 2022.

 

Con la sabiduría de los maestros comenzó su concierto, ovacionado por cerca de 6500 ansiosos que esperaron por sus acordes y voz más de 8 años, con “Los Futuros Murguistas”. Fue el inicio del show y de una gira internacional llamada “Mediosiglo”.

En más de dos horas de concierto, narró 25 canciones, acompañado por 22 artistas, que entraban y salían sin que el árbitro levantara el cartel de cambio. Todo funcionó con la perfección de un reloj suizo. Se invocó al genio celeste José Sasía, volaron “Golondrinas” y “Cometa de la Farola, se desojó “La Margarita” y pasó “El último tren” pidiendo un “Milagro de Amor”.

Guiños constantes con nuestro país y dejando a flor de piel su amor a la porteneidad: los bares; el billar; el recuerdo al Polaco Goyeneche, Astor Piazzolla, el Flaco Spinetta, Mercedes Sosa y Jorge “el portugués” Da Silva. Su relación con el cine y Sergio Renán. Y la confesión de que “Amándote” es más celebrada de este lado del charco que en su tierra.

 

Afuera era la noche más gélida del año y no había “Lluvia con sol”. Y nos llevó a Montevideo, a su calle Durazno, recalcó que el letrista no se olvide, brindó por Pierrot, nos emocionó recordando al Canario Luna y cedió el centro del escenario, con enorme generosidad, para que sus músicos y cantantes interpretaran algunas piezas.

La primera despedida fue con “Colombina” y la vuelta al escenario se dio con una línea de tres atacantes a puro gol: “Cuando juega Uruguay”, “Amor profundo” –con la voz de Pulpa Méndez- y “Durazno y Convención”.  

¡Vení más seguido Jaime! Le guitaron desde la tribuna y lo declamamos también desde éstas líneas. Aunque él aclaró que no sólo no venía a la Argentina, sino que no tocaba en ningún lugar. En la calle emoción y talento vive el gigante trovador uruguayo, Campeón del Mundo arriba y abajo del escenario. Que el retiro espere… ¡No colgués el micrófono NUNCA JAIME!