Por Damián "Puma" Gaspari

20 de noviembre de 2021

Músico, cantante, compositor, profesor de música. Desde los 13 años dedicado a la música con una fuerte raíz en el folclore. Hace 23 años es miembro de Bersuit, y hoy, es una de las principales voces de la banda. Con proyecto propio bajo el brazo y a punto de llegar a La Plata con la banda para tocar el 27 de noviembre en el Teatro Ópera. Entra en La Cueva: Cóndor Sbarbati…

¿Qué bueno para ustedes volver a tocar en vivo con la gente después de todo lo que pasamos en pandemia?

Por suerte sí, estamos a full desde el día de la primavera, ya se parecen los shows a lo que eran antes de la pandemia. Tal vez en los lugares cerrados hay un poco más de cuidado, pero en el exterior es una fiesta.  Poder ver al público a los ojos es muy lindo y emocionante para nosotros.

¿Se extrañaba mucho tocar en vivo?

Seguro, y para nosotros es muy importante reencontrarnos con nuestro público, porque la gente es gran parte de un show de Bersuit, se vive de igual manera abajo y arriba del escenario. El público es tan necesario como para nosotros la música.

Hace mucho no venían a La Plata… ¿Qué esperamos del show del 27 de noviembre en el Teatro Ópera?

Tenemos preparado el show pero seguimos repasando viejas canciones para que sea un show especial. Hace muchos años tocamos en La Plata. La banda tiene 33 años, yo no estaba y ya Bersuit tocaba en La Plata. Tenemos muchas generaciones de seguidores, ahora son padres con sus hijos que disfrutan del show. Se ha convertido Bersuit en una banda popular, dónde la familia puede disfrutar de un show, reír y emocionarse juntos. Eso es lo lindo que tenemos después de tantos años de trayectoria.

Vos te sumaste después pero son muchos años de recorrido junto a la banda…

Ya llevo 23 años con Bersuit, toda una vida. Por ejemplo, Dani (Daniel Suárez) arrancó de chofer y yo de plomo, y hoy estamos al frente cantando. A sido un largo recorrido y siempre en post a la música.

¿La pasaste muy mal en la parte más dura de la pandemia?

Totalmente, laboralmente la pasamos mal junto a todo el grupo que nos rodea, es mucha gente, muchas familias viven de la banda y ninguno estuvo bien. En lo personal, a pesar de tener altibajos y momentos difíciles, aproveché el tiempo y los espacios que tuve, ya que al estar parado con Bersuit tuve que replantearme un montón de cosas. Volví a un viejo amor, yo antes de estar en la banda era profesor de música en escuelas, profesor de canto y dirigía coros. Así que empecé a dar clases para no sentirme tan alejado de la música.

También te metiste en las redes sociales y grabaste canciones tuyas…

Yo no tenía redes y me abrí un Instagram para tener comunicación con mi público. Eso me mantuvo cerca de ellos. También tenía pendiente de hace muchos años grabar un disco solista, me considero un folclorista que se fue para el lado del rock, para mi la música no tiene género.

¿En Bersuit fusionaste algunas cosas igualmente?

Sí, pero nunca pude dedicarme de lleno de esa manera. Es una nueva faceta que conoce la gente porque para mi el folclore es algo que llevo pegado hace mucho tiempo, desde niño.

 

¿Y el disco es exclusivamente de folclore?

Sí, y me pude dar el lujazo de grabarlo rodeado de muchos músicos, amigos que admiro y quiero como Peteco Carabajal, Nahuel Pennisi, los hermanos Núñez, mi hermano. Y el disco sale ahora en noviembre en todas las plataformas.

También colaboraste con otros músicos…

Tuve el placer de hacer participaciones con colegas de todo el mundo, amigos en Italia, España, Alemania, amigos folcloristas, amigos tangueros, me di el lujo de hacer un montón de cosas que si fuese por la pandemia, no hubiese podido hacerlas. Supe administrar los tiempos y las energías. La música me acompañó durante todo este tiempo.

Supiste canalizar el tiempo en cosas buenas…

Mayormente sí, no fue todo color de rosas obvio, he perdido amigos durante la pandemia, pero sí la música ayudó mucho, además de mi proyecto personal, con Bersuit salieron muchas canciones nuevas que estamos preparando para un próximo disco, son canciones hermosas.

Hablabas de tus influencias y el folclore… ¿se escuchaba mucha música en tu casa cuando eras chico?

Mi viejo era un melómano de tango y de folclore, tenía muchos discos y cassettes. Además nos hacía escuchar en la radio un montón de música. Mis tíos eran más del rock de su época, Spinetta, Pescado Rabioso, Led Zeppelin, entonces mi cabeza viajaba del “Polaco” Goyeneche a Led Zeppelin en un segundo (risas). También tuve la suerte de que en mi barrio, a la vuelta de casa, vivía un compositor de música del litoral. Y pasaban por ahí muchos artistas que tocaban en una fiesta que se hacía una vez por año.  Eran dos días de música ininterrumpidamente. Yo era chico, y en vez de correr y jugar con el resto de los niños, junto a mi hermano nos sentábamos al pie del escenario a escucharlos. Eran horas que los mirábamos, escuchábamos y aprendíamos.

Creciste con toda esa mezcla musical…

Más allá de que mis viejos no eran músicos, crecí con toda esa mezcla de música. Fui creciendo con todo eso, y a los 7 años los Reyes Magos llegaron con una guitarra y ya está. Mi viejo me había puesto la pelota y la camiseta de fútbol, pero me quedé con la guitarra y fue el principio de todo lo que vino después.

De muy chico empezaste…

A los 10 años con mi hermano cantábamos folclore, guitarra, bombo y dos voces. A los 13 años laburábamos en calle Florida con él, tocábamos jueves, viernes, sábados y domingos. Así estuvimos durante seis o siete años. Nos hacíamos el pan, incluso hubo momentos dónde durante un fin de semana ganábamos lo mismo que ganaba mi viejo laburando todo el mes en una fábrica. Aportamos muchísimo en casa, por eso vivo de la música desde los 13 años y ya tengo 50.

¿Siempre fue la música en tu vida? ¿Alguna vez en tu casa te dijeron que estudies algo diferente?

Mi viejo jamás me puso en ese dilema, cuando vio que lo que hacíamos con mi hermano salía desde el corazón y sonaba muy bien, nos apoyó totalmente. Nos llevaba a cantar a fiestas del barrio, al club, y recibíamos muchos aplausos. Nos acompañó a todos lados, fue como nuestro manager. El apoyo de mis viejos fue fundamental.

¿Te hubiera gustado hacer otra cosa distinta a la música?

Siempre era la música. Yo fui docente, dirigí dos coros municipales en Moreno, fui subdirector del coro Polifónico Municipal, trabajé en dos escuelas como profesor de música. Si no hubiese existido Bersuit, hoy sería docente de música. Pero siempre la música, es mi lugar, mi forma de comunicarme.

¿Te cruzaste alguna vez con alumnos que tuviste?

Me he cruzado, incluso me crucé con muchos que ahora se dedican a la música, tienen bandas, son docentes de música. Eso me da mucho orgullo. Con eso me siento más que pagado porque se los enseñé con toda mi alma.

¿Cumpliste todos los sueños con la música?

Me di muchísimos músicos, compartí escenario con grandes artistas que admiré toda la vida, del palo del rock, del folclore, del tango. Toqué con el flaco Spinetta, Charly García, Andrés Calamaro, Fito Páez, y más. Gustos que la vida me dio, no le pido nada a la música ni tengo cosas pendientes. Dejó que la vida siga sorprendiéndome de esa manera. Cada cosa que aparece va renovando todos los sueños con la música.

¿Qué proyectos para lo que viene?

Seguir tocando, hay mucha gira por delante, vamos a tocar por el interior del país, una gira internacional por Chile. Ahora sale mi disco, y el proyecto es seguir haciendo música y dando lo que mejor que se pueda tanto arriba como abajo del escenario. Y en La Plata con el show vamos a hacerlos viajar por distintos momentos, mucha gente nos dice que musicalizamos parte de sus vidas, y nosotros los haremos viajar en el tiempo gracias a la música.

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